Bajo el lema 'Gobierne quien gobierne, la sanidad pública se defiende', alrededor de un centenar de personas se han concentrado a las puertas del Ministerio de Sanidad.

En la protesta, los sanitarios han criticado las "privatizaciones, externalizaciones y derivaciones" en la sanidad pública madrileña.

Una de las principales razones de la concentración ha sido la noticia sobre el cierre de 3.000 camas hospitalarias este verano, que, en opinión de Jesús Escudero, uno de los portavoces de la marea, "significará un colapso en urgencias y problemas para ingresar a los pacientes".

Escudero ha denunciado que a pesar de que en teoría en otoño "todas las camas deberían ser operativas", en la práctica "abrirán unas 2.900". Y es que ha explicado que "desde hace cinco o seis años no se abren el mismo número de camas que se han cerrado", lo que supone un aumento de la lista de espera.

Por otra parte, ha criticado que el número de enfermeros que hay en la Comunidad de Madrid "es de lo más bajos de España y de la Unión Europea".

Según ha avanzado, mientras la situación siga siendo la misma, la marea blanca seguirá manifestándose. De hecho, la próxima concentración será el 21 de agosto frente al Ministerio de Sanidad.