La policía brasileña encontró cuatro cuerpos decapitados dentro de un coche abandonado en la periferia de Porto Alegre y sospecha que el crimen puede estar vinculado a ajustes de cuentas entre narcotraficantes que operan en el sur de Brasil.

"La investigación apenas está comenzando, pero hay indicios de que se trata de una venganza", declaró a los medios el comisario André Anicet, uno de los responsables del caso.

Algunos vecinos de la zona en que se produjo el macabro hallazgo declararon que el vehículo fue dejado en ese lugar por un grupo fuertemente armado que se desplazaba en otros automóviles.

Ese grupo "simplemente estacionó el coche y se marchó", explicó el comisario Anicet, quien explicó que, de acuerdo a esos indicios, el crimen fue cometido en otro lugar.