El actual presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, declaró el pasado 28 de octubre en el Palacio del Quirinal de Roma como testigo dentro del juicio que pretende aclarar si el Estado emprendió una negociación con la mafia italiana en la década de los noventa del siglo XX.

Este viernes ha sido publicada la transcripción, de 86 páginas y realizada por el Tribunal de Palermo -que se encarga de este juicio-, en la página web de la sede de la jefatura del Estado. En ella, se puede leer que Napolitano sí reconoció que la mafia siciliana quiso dar un ultimátum al Estado con sus atentados, aunque en ningún momento del interrogatorio se mencionó la palabra "negociación".

Napolitano se refirió a los atentados cometidos por la "Cosa Nostra" como "resultado de la estrategia del ala más agresiva de la mafia, sobre todo de la familia de los Corleonesi". Precisamente, el jefe de la familia de los "Corleonesi" en estos años era Salvatore "Toto" Riina, responsable de los asesinatos de los jueces Paolo Borsellino y Giovanni Falcone, ambos en 1992. Riina, a sus 83 años, se encuentra sometido a un severo régimen de aislamiento en una prisión de Palermo, conocido en Italia como "41 bis".

El Tribunal de Palermo admitió la petición de la fiscalía de llamar a declarar a Napolitano como testigo después de que salieron a la luz algunas conversaciones que mantuvo con uno de los imputados, el ex ministro de Interior entre 1992 y 1994, Nicola Mancino, y con el que fue su asesor jurídico, el fallecido Loris D'Ambrosio.

La magistratura grabó las conversaciones telefónicas de los tres, aunque después fueron destruidas al considerarlas ilegales pues el presidente de la República está amparado por la inmunidad.

Pero sí fue admitida como prueba en este proceso una carta que D'Ambrosio le escribió a Napolitano poco antes de morir y en la que, entre otras cosas, decía estar bastante preocupado "por haber sido considerado solo un ingenuo y útil escribano para servir de escudo para pactos de los que no se podía hablar".

Finalmente, Napolitano también respondió a las últimas revelaciones sobre que la mafia siciliana preparaba un atentado contra él, y aseguró que "no se sintió mínimamente turbado" ante esta posibilidad, ya que "era algo que formaba parte de su cargo institucional".