Naciones Unidas ha identificado a 41 "cascos azules" de Burundi y Gabón que supuestamente cometieron abusos sexuales durante su despliegue en la República Centroafricana entre 2014 y 2015.

Los presuntos responsables, 25 burundeses y 16 gaboneses, fueron reconocidos en fotografías por víctimas y testigos o identificados a través de otras pruebas en el marco de una investigación de más de cuatro meses.

De las supuestas víctimas, 25 son menores y ocho presentaron reclamaciones de paternidad, seis de ellas menores de edad.

La investigación fue llevada a cabo por la Oficina de Supervisión Interna de Naciones Unidas (OIOS) junto con expertos de Burundi y Gabón, después de que salieran a la luz varios supuestos casos de abusos en Dekoa.

Los supuestos criminales, de confirmarse las sospechas, no serán aceptados en el futuro en las operaciones de paz de Naciones Unidas. Todos ellos habían salido ya de la República Centroafricana antes de que las acusaciones salieran a la luz.

"Naciones Unidas condena en los términos más contundentes todos los actos de explotación y abuso sexual cometidos por fuerzas de paz o cualquier otro personal de la ONU y mantendrá un seguimiento para que los responsables de estos abominables actos sean llevados ante la Justicia", aseguran desde el organismo.