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Asia

La isla donde conviven dioses y hombres

Miyajima: Naturaleza, historia y tradición

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Lugar sagrado desde el año 593 cuando se estableció allí el Santuario de Itsukushima, la isla de Miyajima, es probablemente, uno de los lugares más hermosos de Japón. A unos 50 kilómetros de Hiroshima, es una visita obligada. Para llegar hay que ir a la estación de Miyajima-guchi y desde allí tomar un ferry hasta la isla. Miyajima, o isla de los dioses, situada en el Mar Interior de Seto, es una isla romántica, salvaje e histórica. Itsukushima, la isla conocida como Miyajima es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con la Selva Virgen del Monte Misen y sus numerosos retablos, templos y monumentos. Un lugar increíble que merece la pena descubrir y al que hay que dedicarle algo de tiempo. En la isla se encuentra el Santuario de Itsukushima, dedicado a la diosa guardiana de los mares, un templo que tiene una peculiaridad, y es que ha sido en parte construido sobre el mar. Sobre pilotes. El gran Torii es su puerta de entrada y representa el límite entre el espíritu y los mundos humanos. Esta Puerta O-torii es el símbolo de Miyajima. El torii está construido con madera lacada en bermellón y es lo primero que vemos llegando en el ferry. Tiene casi 17 metros de altura y sus pilares principales tienen 10 metros de diámetro. Y aunque parece que está anclado en el suelo, en realidad se sostiene por su propio peso sobre la arena. El torii se encuentra en el mar, a 200 metros del santuario, y es posible acceder a él a pie cuando la marea baja. En tierra el santuario principal está rodeado de varios templos secundarios, además de otros edificios comunicados por amplios pontones y galerías. El conjunto monumental se extiende sobre el mar. Cuando la marea está alta el edificio parece flotar. Tanto el santuario principal, como el pabellón de ofrendas, el de oficio, el de purificación y las galerías, han sido declarados Tesoros Nacionales. El diseño y el contraste de colores y volúmenes entre el mar y la montaña, muestra el concepto japonés de la belleza escénica, una escenografía increíblemente bella. Hay otras atracciones en Miyajima, como el museo, el acuario, y los templos históricos en el camino a la Montaña Sagrada Misen San, un grupo templos dedicados al monje budista Kobo Daishi. En uno de estos templos hay una llama que, dicen, lleva 1.200 años encendida. Y como curiosidad, lo más sorprendente en esta isla, además de su belleza, son los ciervos que deambulan libremente. Los vas a poder ver en cualquier parte, dóciles, se dejan acariciar sin problema, pero ten cuidado porque están acostumbrados a que les den de comer y pueden intentar order cualquier cosa de tus manos. También hay una gran colonia de monos en lo alto de la Montaña Misen San. A la montaña sagrada se puede subir andando y desde arriba la panorámica es impresionante. En la isla solo hay un pequeño pueblo. En él los artesanos muestran su trabajo a los turistas y es el lugar ideal para probar la gastronomía de la zona. Las ostras son uno de los manjares estrella en Miyajima, y las vas a poder probar cocinadas de mil formas. Los magníficos paisajes de la isla y sus rutas señalizadas hacen que Miyajima sea un destino muy popular especialmente en verano. Pero es en otoño y en primavera cuando tiene un especial atractivo, por el color encendido de los arces o por los cerezos en flor. Imágenes Miyajima Alberto Martín Sanchidrian

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