REINO UNIDO
Deporte, tradición y faldas escocesas en los Juegos de las Highlands
Escocia tiene sus propios Juegos Olímpicos, pero no se celebran cada cuatro años, ni tampoco durante un par de semanas. Se trata de una tradición que enfrente a clanes de todas las regiones del país durante meses, con más de 60 encuentros a cuál más divertido.
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Hay pocas cosas en Escocia que no tengan una pátina de tradición, historia y herencia. Incluso cuando se trata de algo que, realmente, no tiene más de medio siglo de existencia. Es el caso del lanzamiento de Haggis, un juego que comenzó como una broma en los años 70 y que actualmente se ha convertido en el evento más popular de los llamados Juegos de las Highlands, una especie de Juegos Olímpicos norteños en los que participan todos los clanes familiares, amantes de Escocia y turistas; y que dura todo el verano.
El Haggis es el plato típico escocés, consistente en un pescado embuchado que se sirve con puré de colinabo y patatas, muy condimentado para que tenga un sabor intenso. La tradición quiere que se sirva sí o sí en la Cena de Burns, cada 25 de enero. Lanzarlo es ahora un deporte. El actual récord mundial se estableció en los Juegos de las Highlands de Milngavie, en 2011, cuando Lorne Coltart lanzó un Haggis a la distancia de 66 metros; once más que la marca que estableció Alan Pettigrew en agosto de 1984 en Loch Lomond.
Es de todas las modalidades la más popular, pero no la única. De hecho, son 60 los diferentes deportes tradicionales o inventados en las últimas décadas que se engloban bajo el nombre de Juegos de las Highlands. Cada uno de ellos tiene sus propias reglas, y coinciden muy pocas, como que todos los participantes de categorías pesadas abiertas deben competir con el kilt típico.
Otro de los juegos más llamativos es el del lanzamiento de tronco, para los escoceses el más emblemático. Se dice que nació de la necesidad de lanzar troncos sobre los desfiladeros para poder cruzarlos y el deporte, al contrario que en el de Haggis, no puntúa tanto la distancia que se consigue como el estilo al lanzarlo. El objetivo es propio de fortachones: tratar de dar la vuelta a un tronco de hasta 70 kilos de tal manera que cuando caiga marque las 12 en punto en un imaginario reloj frente al deportista. Por tanto, lo lejos o cerca que caiga es lo de menos. El año pasado en Inverness se reunieron 160 atletas y solo 66 veces se consiguió la hazaña.
Los Juegos de las Highlands no se celebran en un único lugar. Al contrario, a lo largo del calendario de verano se van sucediendo en diferentes lugares. Así, por ejemplo, el día 21 de este mes es en Aberdeen, en el parque Hazlehead; mientras que el 4 de julio es en Forres, con carreras ciclistas y un cross de 10 km., además de los deportes escoceses. Les seguirán el lago Lomond, Gairloch, Thornton, Clackmannanshire...
Pero no solo hay lanzamientos o torneos, sino también tiempo para la danza y la música. Las bandas de gaiteros son las más demandadas aquí, incluso muchas se unen esos días para ser aún más numerosas. Y en cuanto a baile, el Cowal Gathering es la estrella, también formando parte de competiciones rítmicas.
Siendo una tradición tan pintoresca, no es de extrañar que otra de sus curiosidades sea que no se ciñen a Escocia. Efectivamente, los Juegos de las Highlands se celebran también en otros países como Nueva Zelanda (en la ciudad de Dundedin), Noruega (en la región del Finnmark), Estados Unidos, Canadá o Brasil (en Sapucaia do Sul).
Sin duda, Escocia no está dispuesta a dejar de sorprendernos, ya sea por su historia, su gastronomía o su deporte. Más auténtico, imposible.
Más información:
Turismo de Escocia
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