ERA MESOZOICA
Dientes de dinosaurio ayudan a reconstruir el CO₂ atmosférico del Jurásico
Un equipo investigador ha utilizado isótopos de oxígeno en el esmalte dental de estos reptiles extintos para estimar los niveles de dióxido de carbono en la Era Mesozoica. Los resultados, publicados en la revista PNAS, indican concentraciones hasta cuatro veces superiores a las preindustriales, y ofrecen una nueva vía para explorar las condiciones climáticas pasadas.

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Cuando los organismos que respiran aire metabolizan oxígeno, una parte de ese elemento atmosférico se incorpora al agua de sus tejidos, y esa firma isotópica queda registrada en sus restos fosilizados. Esta propiedad permite utilizar los isótopos de oxígeno como indicadores indirectos —o proxies— para reconstruir aspectos del clima del pasado.
A partir de este principio, investigadores de varias universidades alemanas han analizado el oxígeno presente en el esmalte dental de dinosaurios de los períodos Jurásico y Cretácico. Compararon 22 muestras fósiles con huesos y dientes de aves y reptiles actuales, y centraron su estudio en el isótopo oxígeno-17, que está relacionado tanto con el CO₂ atmosférico como con la productividad primaria de la biomasa.
"El esmalte dental es uno de los tejidos biogénicos más duros y presenta una fuerte mineralización —más del 96% de bioapatita, un fosfato cálcico—. Por ello, actúa como una cápsula del tiempo bastante robusta para diferentes sistemas isotópicos, incluidos los isótopos de oxígeno, que quedan registrados en su estructura", explica a SINC Thomas Tütken, geoquímico, paleontólogo en la Universidad Universidad Johannes Gutenberg y coautor del estudio.
Cuatro veces más CO₂
Bajo la hipótesis de que la productividad primaria en la Era Mesozoica fue similar a la actual, los investigadores estiman que las concentraciones de CO₂ durante el Jurásico tardío fueron unas cuatro veces más altas que los niveles preindustriales. En el Cretácico tardío, habrían sido unas 2,5 veces superiores.
Estos valores coinciden, en general, con otras reconstrucciones paleoclimáticas. No obstante, si la productividad de biomasa varió a lo largo del Mesozoico, los datos isotópicos sugieren que pudo situarse entre un 20% y un 120% por encima de los niveles actuales.
"En general, los niveles de CO₂ reconstruidos se sitúan dentro del rango de otros indicadores indirectos utilizados para estudiar el pasado, y muestran incluso menos variabilidad, al reflejar directamente las condiciones atmosféricas cuando el animal estaba vivo", añade Tütken.
"Es una nueva forma de reconstruir la composición de la atmósfera del pasado y añade una herramienta más a la paleoclimatología, las ciencias paleoambientales y la fisiología de especies extintas", señala a SINC Andreas Pack, profesor de Geología Isotópica en la Universidad Georg-August de Gotinga y otro de los coautores.
Una ventana a la biología extinta
Los investigadores sostienen que los isótopos de oxígeno en el esmalte dental fósil pueden actuar como un indicador adicional para comprender las condiciones climáticas y la presencia de gases de efecto invernadero en épocas remotas. Además, este análisis puede aportar información sobre la fisiología y la ecología de los dinosaurios.
"La fisiología del animal, su comportamiento de hidratación y su tasa metabólica también influyen en la composición isotópica del oxígeno del agua corporal —incluida la que forma el esmalte—. Por lo tanto, también podemos extraer información sobre su metabolismo, su comportamiento y el entorno en el que vivieron", concluye Tütken.
Referencia:
Dingsu Feng, Thomas Tütken, Eva Maria Griebeler, Daniel Herwartz y Andreas Pack. "Mesozoic atmospheric CO2 concentrations reconstructed from dinosaur tooth enamel". PNAS (2025)
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