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LOS TEMAS TABÚ DE LA RED SOCIAL CHINA

Estas son las imágenes que censura Weibo, el Twitter chino

Nada de dejar mal a los políticos, nada de hablar de corrupción, nada de fotos de protestas, nada de viñetas que saquen los colores al Gobierno... Así funciona la censura de imágenes en Weibo, el Twitter de China.

Una imagen borrada de los servidores de Weibo

Una imagen borrada de los servidores de Weibo Propublica.org

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Si los españoles estamos acostumbrados a desahogarnos en Twitter cada vez que el Gobierno o las autoridades locales aprueban una medida que no es de nuestro agrado, en China las cosas son muy diferentes. SinaWeibo, el equivalente chino a Twitter, la web de los 140 caracteres, se encuentra sometido a una férrea censura por parte del régimen comunista, que hace y deshace a su antojo en internet, cortando de raíz cualquier atisbo de crítica, oposición o activismo que circule por las tres uve dobles.

Imagina que, por ejemplo, te da por subir un fotomontaje en el que el presidente Mariano Rajoy ha sido sustituido por una pantalla de plasma en una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana Angela Merkel. Pulsas enviar y acto seguido tus seguidores empiezan a retuitearlo en masa, a hacer chistes al respecto y a poner de vuelta y media al líder del Ejecutivo. Es lo más normal del mundo, ¿no?

Pues en China, esa imagen probablemente desaparecería al poco tiempo. No quedaría ni rastro. No es algo que suceda automáticamente, porque es muy difícil que una máquina distinga qué imágenes son peligrosas para la ideología dominante y cuáles no, pero todo un ejército de censores rastrea la Red en busca de fotos como esa (y otras aparentemente más inofensivas).

¿Qué tipo de instantáneas hacen saltar las alarmas? ¿Siguen la censura un patrón establecido? La organización periodística independiente ProPublica acaba de dar respuesta a estas y otras cuestiones. Durante el verano, han monitorizado mediante un 'software' específicamente desarrollado a tal efecto 100 cuentas de Weibo, filtrando las publicaciones que contenían imágenes y revisándolas cada cierto tiempo para comprobar si habían sido borradas.

En total han revisado unos 80.000 mensajes, de los cuales 7.972 llevaban fotografía y al menos 557 no lograron sobrevivir a la censura por contener imágenes que el sistema considera una amenaza. Un equipo de expertos en mandarín (la variante del chino más extendida) ha analizado 527 de esas fotos y posteriormente la organización las ha divido en diez categorías para elaborar un gráfico interactivo que es una de las más amplias radiografías de la censura de internet en China elaboradas hasta la fecha.

Contenido político, textos largos insertados en fotograías para saltarse el límite de caracteres de la red social, disidentes, el juicio del exdirigente Bo Xilai, personajes públicos, protestas, un supuesto curandero amigo de las élites del país, escándalos de corrupción, la propia censura y viñetas o fotografías humorísticas son, según las conclusiones de ProPublica, los principales asuntos que captan la atención de los censores.

Por ejemplo, la imagen de un político bostezando.

 

O la foto de Obama chocando el puño a un operario, que contrasta con el clasismo y la lejanía de los dirigentes chinos.

 

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Incluso antiguas fotografías de soldados chinos durante la guerra de Corea.

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En China no es posible acceder a Twitter ni Facebook, porque están bloqueados. Por eso alternativas locales como Weibo dominan el panorama de las redes sociales en el país. Pero la suya no es tarea fácil. Por un lado tienen que permitir un cierto grado de libertad de expresión, para que sus cerca de 500 millones de usuarios sigan encontrando atractiva la plataforma. Por el otro, tienen que colaborar con el Gobierno para no correr la misma suerte que sus homólogos estadounidenses.

Así que se produce una inquietante paradoja: Weibo es una de las pocas vías que tienen los chinos para expresarse, pero al mismo tiempo dista mucho de ser libre y un mal paso puede dar con sus huesos en la cárcel.

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