LOS 'SMARTWATCHES' ACECHAN
Entre los tres mayores fabricantes de 'wearables' no están (aún) Apple ni Samsung
Los fabricantes de pulseras inteligentes dominan ahora mismo el sector, pero el auge de los 'smartwatches' y la irrupción de los gigantes de los dispositivos móviles en el mercado pondrán las cosas muy difíciles al actual líder, Fitbit, y al resto de pioneros de los 'wearables'.

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Un aficionado a la tecnología despistado podría pensar que los gigantes de los 'smartphones' también están al frente del incipiente mercado de los 'wearables'; que Apple ya tiene un reloj inteligente en el mercado, que Samsung ha sacado varios a la venta y que otros fabricantes de renombre se baten el cobre con los dos gigantes de los dispositivos móviles.
Sin embargo, son tres marcas alejadas de la gran contienda en móviles y tabletas las que dominan el sector 'ponible' -Fundeu 'dixit'-, al menos según los datos de IDC: Fitbit, la china Xiaomi y Garmin, más conocida hasta ahora por sus GPS. ¿Cambiará la situación cuando estos dispositivos se popularicen y empiecen a calar entre el gran público? Si se repite lo que sucedió con los pioneros de la era 'smartphone', no hay más que fijarse en las derivas de HTC, Motorola, Nokia o Blackberry para responder afirmativamente.
En esta ocasión, la gran víctima podría ser, precisamente, la marca que se come ahora el mayor pedazo del pastel de los 'wearables'. El fabricante de pulseras de actividad Fitbit engulló durante el primer trimestre de 2015 una tercera parte de esa tarta, colocando casi cuatro millones de sus dispositivos por todo el mundo.
Sus ventas están creciendo un 129% anual, pero en la nuca sienten el aliento de su principal competidora, una firma que se abre paso desde Asia. A la vez, el fabricante chino Xiaomi, también posicionado como una alternativa popular (de bajo coste) en el sector de los 'smartphone', acecha a los californianos con su Mi Band.
Durante el primer trimestre de 2015 los chinos vendieron 2,8 millones de pulseras inteligentes, un buque insignia que, igual que sus móviles, destaca por el precio. Eso les convierte en el segundo mayor fabricante de 'wearables' del momento, controlando una cuarta parte del mercado, muy lejos del tercero (Garmin, con un 6%), el cuarto (por fin Samsung, con un 5%) y el quinto en discordia (Jawbone, con un 4%).
El éxito de la Mi Band, que pronto podría aupar a Xiaomi hasta lo más alto del podio, radica en los estrechos márgenes de beneficio que la firma china es capaz de asumir cuando lanza al mercado sus productos. Ahora mismo, si la compras a través de Amazon, te sale por menos de 20 euros (a través de la tienda oficial no llega ni a 15). La pulsera de actividad Fitbit Zip, que a diferencia de Mi Band tiene pantalla, cuesta 60 euros.
Más cara todavía es Fitbit Flex (casi 100 euros en la tienda oficial), a pesar de que un análisis de sus componentes realizado a finales de 2013 reveló que podría fabricarse por menos de 20 euros. Suponiendo que la electrónica necesaria para producir estas pulseras se haya abaratado durante los últimos años, salta a la vista por qué Xiaomi ofrece un producto similar a un precio tan reducido: están ganando muy poco con cada unidad, pero se están comiendo el mercado. Economía de escala.
El problema al que se enfrentan tanto Fitbit como Xiaomi, y que podría decantar el rumbo del sector en los próximos años, es que las pulseras de actividad dejen de ser las reinas de los 'wearables' o dejen incluso de tener sentido: los relojes inteligentes hacen lo mismo y mucho más.
Son más caros, sí, pero es cuestión de tiempo que los gigantes de los dispositivos móviles, que han entrado con fuerza en la batalla por los 'smartwatches', empiecen a plantar cara a los pioneros del sector. Xiaomi podría resistir si los rumores de que está trabajando en un reloj son ciertos. Empresas como Fitbit o Jawbone, que no destacan por ser 'low cost', lo van a tener más complicado contra Apple y Samsung.
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