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POR LO CIVIL O POR LO CRIMINAL

El 'Vito Corleone' de las aves: obliga a que cuiden a sus crías por las buenas o las malas

En América hay, al menos, tres especies de tordos que tienen una gran variedad de comportamientos para forzar a otras especies a cuidar sus huevos. Y lo pueden hacer de manera discreta o en plan 'vendetta'.

El Tony Soprano de las aves

El Tony Soprano de las avesalejobayer en Flickr bajo licencia CC

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Se les conoce como el tordo chillón (Molothrus rufoaxillaris) o el torno renegrido (Molothrus bonariensis), pero en cada país de América del Sur tienen un nombre distinto, como buenos capos de la mafia. 'Chillón' y 'parásito' son dos de los adjetivos que les ponen, así que nos podemos hacer una idea de cómo se las gastan estos pájaros.

Ya conocemos a otros pájaros impostores, como el cuco común, que aumentan su prole gracias a la 'ayuda' de otras especies. Pero estas aves de unos 20 centímetros de largo van más allá: se organizan con variedad de recursos para vigilar el antes, el durante e incluso el después de la puesta de huevos, según recoge un estudio publicado en 'Behavioral Ecology and Sociobiology'.

Las autoras del estudio equiparon a varios ejemplares con un emisor de radio para localizarles en una reserva argentina repleta de nidos de calandrias comunes (Mimus saturninus) y tordos músicos (Agelaioides badius), los objetivos favoritos de los protagonistas.

El seguimiento de estos tordos ha permitido descubrir que las hembras hacen rueda de reconocimiento de los nidos muchas veces antes de la puesta, lo que les permite memorizar los que son más adecuados para sus propósitos. Las investigadoras contabilizaron de media entre 14 y 27 el número de visitas a nidos ajenos del tordo chillón y del renegrido, respectivamente.

Estas visitas fugaces sirven también para sincronizar las puestas y no dejar el 'regalito' ni demasiado pronto ni demasiado tarde, asegurándose así de que un mirlo o una calandria van a poner sus huevos en breve.

Normalmente los tordos prefieren colocar sus huevos de madrugada y, si en el momento de la puesta hay huevos, el tordo renegrido aprovechará para picotear y romper los huevos del otro pájaro para eliminar la competencia de su retoño. Una vez consumado el trabajo, raramente vuelve a ver el nido para ver el crecimiento del polluelo, mientras que el tordo chillón sí que lo vigilará de lejos regularmente.

Pájaro mafioso
Pájaro mafioso | wackybadger en Flickr bajo licencia CC

El más bestia de todos

Este parasitismo de puesta y estas conductas mafiosas los supera con creces el tordo cabecicafé (Molothrus ater), presente en el norte de México, todo Estados Unidos y el sur de Canadá, según analizó un estudio publicado en 'PNAS'.

Estos vigilan los nidos donde han colocado 'de extranjis' sus huevos y si notan que la otra especie lo ha apartado pueden tomar medidas extremas, llegando a destrozar por completo el nido en más de la mitad de los casos.

Pero aún hay más, porque pueden llegar a hacer destrozos preventivos si ven que necesitan una segunda oportunidad para poner su huevo y no llegan a tiempo. Y es que con la mafia no se juega...

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