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PARA MUCHOS, SUFRIMIENTO Y GENIALIDAD VAN DE LA MANO

¿Por qué el talento y la genialidad se suelen asociar con la depresión o la enfermedad mental?

De sobra son conocidos casos de personajes que destacaron en diferentes disciplinas -escritores, científicos, artistas…- hasta el punto de ser señalados como genios, al tiempo que escondían personalidades con problemas de autoestima, depresión o esquizofrenia.

Dalí

DalíMaxpixel

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Infinidad son las ocasiones en las que, a la hora de hablar sobre la personalidad de ciertos individuos que han destacado en algunos campos concretos, se les ha vinculado a algún tipo de trastorno mental o depresión.

Esto ha provocado que sean muchas las personas que asocien genialidad con problemas mentales, lo que ha llevado a su vez a pensar en multitud de ocasiones que ese talento especial para destacar en una disciplina es justamente consecuencia de padecer dicho trastorno.

Realmente la genialidad está al alcance de cualquier persona que tenga unas inquietudes y aptitudes adecuadas para desarrollar un trabajo creativo –padezca de trastorno o no-, aunque hay que reconocer que son muchos los que sí lo han padecido y que han triunfado.

Algunos especialistas apuntan que eso se debe a que el individuo aquejado de un problema o desorden mental suele refugiarse en trabajos creativos como vía de escape a su angustia y sufrimiento, pudiendo expresar de ese modo todo aquello que tanta ansiedad le produce. Por tanto, ese trabajo sería altamente terapéutico, por lo que cuanto más se esforzaran mejor se encontrarían.

Por el contrario, aquel que no padece trastorno alguno y realiza cualquier trabajo creativo por pura rutina como modo de ganarse la vida, no suele llegar a esforzarse tanto –debido a que no lo toma como una terapia para encontrarse mejor sino como un medio de subsistencia- y, por lo tanto, no suele alcanzar esas cotas de perfección y genialidad que consiguen las personas con algún problema.

Mientras, los investigadores siguen estudiando los diferentes perfiles de aquellos considerados como genios para determinar en qué medida y porcentaje tenían algún tipo de sufrimiento, problema mental o algo que les atormentara e influyera a la hora de mejorar su talento.

Genios con problemas

En la lista de esos genios que han surgido a lo largo de la historia y que han padecido algún tipo de trastorno podemos encontrarnos con nombres tan diversos y famosos como Edgar Allan Poe, Vicent Van Gogh, Virginia Woolf, Ernest Hemingway, Sylvia Plath o John Nash –por citar solo a media docena- con patologías tan diversas como esquizofrenia, depresión, desordenes bipolares… De hecho, varios de ellos acabaron suicidándose o con graves problemas de alcoholismo u otras sustancias.

También es habitual confundir el comportamiento excéntrico realizado por alguna persona considerada como genio –por ejemplo el pintor Salvador Dalí- con el hecho de que padezca algún desorden mental o de personalidad, no teniendo que ver en multitud de ocasiones una cosa con la otra.

Cabe destacar que curiosamente, y al contrario de lo que la creencia hace pensar, son muchas las empresas dedicadas a crear contenidos que buscan un perfil de trabajadores creativos con un pensamiento divergente y estado de ánimo positivo, debido a que varios son los estudios que indican que rinde mucho mejor aquel que posee un ánimo elevado, ya que optimiza mucho mejor el tiempo que invierte en su trabajo.

En el lado contrario, aquel que tiende a tener un estado de ánimo negativo no suele considerarse como creativo para algunas empresas porque, aunque tras finalizar su trabajo éste sea mucho mejor, el tiempo que ha invertido en realizarlo ha sido muy superior. Eso se debería a que pone todo su empeño en lograr la excelencia e invertiría todo el tiempo que le sea preciso para ello, repitiendo una y otra vez hasta conseguirlo... algo que acaba convirtiéndolo en un asalariado que sale más caro a la compañía.

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