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DISMINUYE EL DOLOR

El cerebro de las mujeres no desconecta durante el orgasmo, de hecho aumenta su actividad

Un reciente estudio ha demostrado que en durante clímax femenino aumenta la actividad en las áreas del cerebro de las mujeres que se encargan de la memoria y las emociones.

Una mujer tumbada sobre una cama

Una mujer tumbada sobre una camaVisualhunt

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Es difícil para los científicos estudiar la actividad del cerebro en tiempo real durante un orgasmo. Los escáneres como los de resonancia magnética no invitan precisamente a practicar ninguna actividad sexual y, además, el sujeto no puede mover la cabeza durante las pruebas. Aun así, un equipo de investigadores estadounidenses ha logrado hacer el estudio más detallado hasta la fecha sobre el clímax femenino.

El trabajo, publicado en 'Journal of Sexual Medicine', demuestra por qué ese punto de máximo placer disminuye la sensación de dolor en las mujeres y revela que, lejos de desconectar, el cerebro se mantiene activo durante el proceso.

La decena de mujeres heterosexuales que han participado en el experimento tuvieron que olvidarse de la claustrofobia y el pudor para primero estimularse dentro de una máquina, y después dejar que fueran sus parejas quienes lo hicieran.

En los años '80, otros dos investigadores de la misma universidad comprobaron que la capacidad de las mujeres para soportar el dolor aumentaba un 75% durante la estimulación y que aguantaban pellizcos el doble de fuertes. El trabajo más reciente ha encontrado una explicación: el orgasmo activa el núcleo dorsal del rafe, un área del cerebro involucrada en la liberación de serotonina, un neurotransmisor con propiedades analgésicas. También pone en marcha al núcleo cuneiforme, que forma parte del sistema de control del dolor.

Los hallazgos contradicen además anteriores estudios que sugerían que durante el orgasmo el cerebro de las mujeres disminuye su actividad en ciertas regiones, incluidas las relacionadas con las emociones. En base a estos resultados, se creía que las féminas necesitaban olvidarse de las preocupaciones y distracciones para llegar al clímax.

Pero este último trabajo demuestra lo contrario: la actividad cerebral en las regiones responsables del movimiento, los sentidos, la memoria y las emociones aumentaba en el camino hacia el orgasmo, para alcanzar el máximo y volver a descender después.

Lo que aún no está claro es la razón por la que disminuye la sensación de dolor durante el clímax, ni si ocurre lo mismo en los hombres. Podría deberse a que el cerebro necesita desactivar los circuitos neuronales del sufrimiento para sentir verdadero placer.

Aunque esta clase de experimentos puedan parecer morbosos, los investigadores defienden un interés puramente científico y dicen que participa gente de todo tipo. En este trabajo, colaboró incluso una septuagenaria que no tuvo ningún problema en disfrutar pese a las estrecheces de la máquina.

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