TecnoXplora » CienciaXplora » Divulgación

NO SUBESTIMES TUS POSIBILIDADES

Atrévete a pedir: conseguir un favor es más fácil de lo que crees

¿Serías capaz de pedir el móvil a un extraño para hacer una llamada? Aproximadamente el 50% de las personas a las que preguntaras accederían. No subestimes tus posibilidades: no es tan difícil lograr que los otros cumplan lo que quieres.

¿Te cuesta pedir favores? Este estudio demuestra que obtener lo que necesitas es más fácil de lo que crees.

¿Te cuesta pedir favores? Este estudio demuestra que obtener lo que necesitas es más fácil de lo que crees. Foto-foto Ilustrasi Kompas Iklan Seguir en flickr cc

Publicidad

Hay personas que no se lo piensan dos veces a la hora de pedir un favor: acompáñame a tal sitio, ayúdame a traer la compra, déjame hacer una llamada... A otras, sin embargo, les cuesta más hacerlo porque creen que van a encontrarse de cara con una negativa.

Para esos menos pedigüeños hay buenas noticias que quizá les ayuden a lanzarse a la piscina la próxima vez sin miedo a la falta de agua. Las nuevas se extraen de una serie de estudios realizados por un equipo de psicólogos de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, liderados por la experta Vanessa Bohns.

La científica ha publicado un artículo en ‘Current directions pshychological science’ donde explica sus ensayos y las conclusiones que han obtenido. Lo resume así: “Esta investigación demuestra que la gente es demasiado pesimista sobre su habilidad de conseguir que los otros cumplan sus deseos”.

Estamos dispuestos a ayudar a otras personas, incluso en situaciones extrañas

¿Serías capaz de pedir el teléfono a un extraño para llamar? Los 14.000 participantes en el experimento de Bohns y sus colegas lo hicieron. Pero antes les preguntaron a cuántas personas pensaban que tendrían que pedírselo hasta conseguir que alguien accediera. De media, estimaron que les llevaría una decena de asaltos, pero en la realidad solo hicieron falta seis.

“Aproximadamente uno de cada dos individuos a los que se acercaron aceptaron prestarles el móvil; los voluntarios sobreestimaron esta proporción más de un 60%”, señala la psicóloga en el trabajo.

Otra de las pruebas consistía en solicitar a personas desconocidas que rellenaran un cuestionario de diez hojas. Pese a que la tarea era bastante más costosa que la anterior, no hubo diferencia en el número de veces que tuvieron que acercarse a alguien hasta conseguir su objetivo.

Pero los investigadores les pusieron en una situación todavía más extraña. Los voluntarios tenían que pedir a extraños que escribieran la palabra “pepinillo” en una de las páginas de un libro. La cuestión era que el volumen pertenecía a una biblioteca. Aunque muchas de las personas a las que preguntaron criticaron el acto de vandalismo literario, más del 64% del total marcaron el papel con bolígrafo.

Además de comprobar la receptividad de la gente ante los favores, el estudio demuestra lo mucho que nos cuenta decir que no. Un gran número de quienes no accedieron a completar el largo cuestionario aceptaron llevar a cabo una segunda petición: enviar por correo una carta. Es decir, que hayamos sido capaces de negarnos una vez no significa que nos vaya a costar menos la segunda.

Lejos de achacar todas estas conductas a la buena voluntad de las personas, Bohns cree que nuestras acciones responden a los convencionalismos sociales. “Rechazando un favor, uno se arriesga a ofender a su interlocutor, una violación de las normas sociales”, explica la investigadora.

Por esta razón, “mucha gente accede a hacer cosas aunque preferirían no hacerlas, simplemente para evitar la incomodidad de decir que no”, concluye la investigadora. Tenlo en cuenta la próxima vez que tengas que pedir algún favor: conseguirlo es más fácil de lo que creemos.

Publicidad