Cuando Gibbs se entera de las identidades, sospecha que Ducky y su madre senil pueden ser las próximas víctimas, por lo que ordena al resto de su equipo proteger a su compañero. Sin embargo, durante un descanso, Ducky es secuestrado y Gibbs deberá encontrar al secuestrador, y posible asesino, antes de que sea demasiado tarde.