En Irlanda, el Banco Malo provocó que los precios se redujesen a la mitad. Allí han empezado incluso a demoler urbanizaciones enteras con casas que nadie quiere casi ni regaladas.
Aquí siempre se ha intentando evitar ese desplome. Al principio era la única inversión del mundo 100% segura. Pero cuando el ladrillazo se hizo inocultable se acuñó una nueva expresión: "aterrizaje suave". Los pisos bajarán, pero poco, eso decían.
Como consecuencia de eso, hoy muchos propietarios se enfrentan hoy a un nuevo problema. Aunque bajen el precio de su piso, les cuesta venderlo. Porque los bancos apenas conceden hipotecas para pisos que no son suyos y de los suyos se están intentando deshacer primero de los peores.
"Hay gente que no puede comprar ni vender, esta todo parado porque no hay crédito", destaca Alfonso Matesaz, Presidente de la Asociación empresarial Inmobiliaria.