Casi el 30% de la población española está ya en riesgo de exclusión y la distancia entre los más pobres y los más ricos ha crecido en España más que en ningún otro país de Europa.
La pérdida de derechos de los trabajadores está haciendo además que aparezca una nueva clase de trabajadores: los trabajadores pobres. Aquellos que tienen trabajo pero que su salario apenas les llega para subsistir. La última reforma laboral y el miedo a perder el trabajo abocan a los trabajadores a aceptar condiciones hasta hace poco inaceptables en cualquier trabajo.
Y ante esto, ¿qué puede hacer el estado? La teoría dice que los impuestos sirven para redistribuir la riqueza y luchar contra la desigualdad. ¿Pero el modelo fiscal en España lo consigue?