Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras y número dos de Fomento, no cree que con dinero público se haya “salvado el culo” a empresas que fallaron en sus cálculos. “Esas empresas están en concurso, no se les ha salvado, ya han perdido y pueden perder todavía mucho dinero y lo que deben lo tienen que devolver”, comenta.

Jordi Évole le pone un vídeo a Rafael Catalá de la entrevista a José Antonio López Casas, director general de ‘Accesos de Madrid’, la concesionaria que gestiona la R3 y la R5, que confiesa que el Estado les ha dejado 170 millones de euros y que no van a devolver. Unas palabras que se contradicen con las de Ana Pastor que aseguraba que no iba a haber “ni un duro” del Estado para salvar las autopistas. Rafael Catalá explica que lo que pasa entonces es que las autopistas en concurso pueden acabar en liquidación donde la autopista vuelve a manos del Estado y tendrá que pagar un precio justo por la inversión.

"Somos conscientes de que los costes de la alta velocidad que se han hecho han sido disparatados"

El descontrol administrativo no sólo ha afectado a las autopistas, también a los aeropuertos. Es el caso del de Corvera, en Murcia, que está construido pero no se ha abierto ya que se hizo simultáneamente una ampliación de otro aeropuerto a 30 kilómetros y se construyó una nueva pista en un aeropuerto a 60 kilómetros que cuesta 600 millones de euros. “Ha habido una política de inversiones en aeropuertos por encima de las necesidades. Ha habido un exceso de inversión”, explica Catalá.

En cuanto al exceso de kilómetros de AVE construidos en España, el secretario de Estado de Infraestructuras asegura que “hay demandas para que se construyan más”, aunque confiesa que son “conscientes de que los costes de la alta velocidad que se han hecho han sido disparatados en muchos casos”.

Évole le enseña un caso en el que hay 14 políticos inaugurando una rotonda en Granada. “Es una práctica política habitual pensar que invertir en infraestructuras merece el reconocimiento de los ciudadanos”, comenta Rafael.