Con frases como esta arranca la mayoría de las acciones en las que un grupo de periodistas y cámaras se ve involucrado como mero testigo. El coche patrulla se lanza a toda velocidad hasta llegar a un centro comercial donde, efectivamente, ha sido reventado el cierre de una joyería.

En el interior, todo revuelto, manipulada la alarma y la caja fuerte a punto de ser abierta. Comienza la persecución: cuatro detenidos.

Este es el día a día de los agentes del orden; un trabajo de riesgo, donde se genera mucha adrenalina y donde el autocontrol es fundamental.

Varios equipos compuestos por un redactor y un cámara acompañan a las patrullas de la policía para conocer de cerca su trabajo. ¿A qué se enfrentan diariamente? ¿Cómo gestionan el estrés? ¿Qué sienten? Son preguntas a cuya respuesta llegará el espectador, quien, en definitiva, puede sacar sus propias conclusiones.

Policías en acción recoge la actividad de la Policía Nacional en diversas ciudades de España. El equipo del programa no interfiere en lo que está ocurriendo. Su trabajo consiste en grabar y, posteriormente, a editar el contenido.

Por tanto, y aquí radica la gran diferencia del programa con otros formatos, no es un espacio de investigación periodística, ni una serie de reportajes. En los planos prima la riqueza informativa sobre la estética de la imagen, la acción transcurre tal cual sucede. Sólo dos licencias: el montaje trepidante y la música.