Dos jóvenes han sido acusados por la Guardia Civil de varios delitos por usar punteros láser contra coches y aviones. Llegaron a deslumbrar a los pilotos y fueron ellos los que avisaron a los agentes.

Se ha convertido en una peligrosa moda, punteros láser sobre los pilotos del avión. El último caso ha ocurrido en el Aeropuerto de San Pablo en Sevilla. La Guardia Civil ha imputado a dos menores por usar éste haz de luz.

Más de 20 kilómetros separan los matorrales desde donde los jóvenes lanzaban destellos apuntando a los coches que pasaban por la carretera y también a la cabina de los aviones. Los momentos de máxima concentración para un piloto son el despegue y el aterrizaje por eso, si es ahí cuando se sufre la luz verde, enseguida  se activa el protocolo de emergencia.

Sólo en un 3% de los casos se consigue encontrar a los culpables.  Se consideran infracciones muy graves que pueden acarrear  hasta dos años de cárcel o una multa mínima de dos mil euros, aunque si son menores podrían quedar libres.  Aun así, los pilotos denuncian que hace falta una ley más específica para estos casos.

Una moda que puede llegar a quemar la córnea y perder visión para un piloto significa quedarse sin la licencia de vuelo. Los dos jóvenes de Sevilla pudieron utilizar un puntero como éste. A más megavatios más potencia, aún a corta distancia el láser también puede ser perjudicial.

Su venta es libre pero requieren permisos especiales y sólo para profesionales. Los que lo usan así no suelen comprarlos en tiendas especializadas. El año pasado se registraron 600 casos. Entre los aeropuertos más afectados Madrid, Málaga, Barcelona y Valencia. Apuntar tan arriba puede acabar resultando un juego muy peligroso.