Con estos dispositivos, conocidos como arpones o tenedores, una banda se dedicaba a robar dinero en los cajeros automáticos. La Policía y la Guardia Civil han detenido a doce personas, acusadas de 73 robos por este procedimiento.

Los detenidos instalaban los arpones en los cajeros y esperaban a que un usuario sacase dinero. Los billetes quedaban atrapados en el dispositivo, que era extraído por los ladrones, y el cliente pensaba que era un error del cajero, hasta que le llegaban los movimientos de su tarjeta. La banda incluso abría cuentas en distintos bancos para tener tarjetas y acceder a los cajeros tranquilamente.