Pedimos la opinión a un catador profesional de carne. Nos aparecen muchos puntos blancos: se ve claramente la grasa y los tendones. La albóndiga recuerda mucho a las salchichas, muy especiadas, con poco sabor a carne, mucho a especias, y también olores a grasa fuerte del cerdo. Sólo cuestan dos euros, pero tienen trampa.

El científico Juan José Badiola cree que “buscar cosas demasiado baratas puede provocar problemas. Hay que estar dispuesto a pagar lo que el alimento vale. Si quieren que las hamburguesas valgan menos, a lo mejor no se pueden hacer con carne de ternera.”

Pero, ¿cuánto vale la ternera? Un ganadero nos cuenta que apenas puede sobrevivir, y que hay meses en que los ingresos son superados por los gastos: corriente eléctrica, agua, pienso y combustible.

Sólo en pienso, cada vaca consume 7 euros al día, lo que supone más de 2.500 euros al año por vaca. Demasiado caro. La baja rentabilidad ha obligado a cerrar 10.000 explotaciones.

Los distribuidores se esfuerzan en abaratar la ternera porque su consumo se ha desplomado. El motivo, el alto precio. Un kilo cuesta lo que el ganadero gasta en dar de comer a todo el animal un día.

Ha descendido el consumo de ternera en los hogares, y está siendo sustituida por otro tipo de carnes más baratas, como el pollo o el pavo. Con la crisis, el consumidor está demandando productos más asequibles.

El céntimo parece una moneda inútil, pero ha desatado una guerra que los expertos ven como el origen del fraude de la carne de caballo. La 'guerra del céntimo' obliga a abaratar costes, quizá mezclando la cara carne de ternera con la más barata carne de caballo de recreo, y ocultándolo en la etiqueta.

El sector cárnico afirma que colar carne de caballo por ternera no es un fraude, sino falta de información. Lo que es indiscutible es que el 'cambiazo' ha sido intencionado.