Aloha Lake Village es una lujosa urbanización de Marbella. En principio, nada hacía sospechar de que pudiera haber una plantación de marihuana en estos chalets, hasta que la Guardia Civil vio una actitud sospechosa en la 'Presidenta' de la comunidad, tal como reveló este programa de Equipo de Investigación de 2017 que laSexta ha vuelto a emitir este sábado. En esta causa conocida como 'Operación Presidenta, la Justicia ha condenado a los implicados a penas que van de diez meses a tres años y dos meses de prisión.
Su nombre es Francisca Pérez, una mujer de unos 50 años, y ha convertido la vivienda familiar en un búnker, con varias cámaras de seguridad. Paqui, como la conocen, entra en todas las viviendas de la urbanización aunque no son suyas. Un sargento de la Guardia Civil explica que entraba en las casas "como si fuera a hacer un trabajo diario", además mantenía distintas reuniones en la urbanización, en las que ella daba instrucciones.
Y los agentes investigaron a qué se dedica en esta urbanización de lujo con tres piscinas, donde los vecinos pagan 400 euros al mes de comunidad. Y descubre que solo seis de las 54 casas están ocupadas y que ella lo controla todo. Francisca no vive ahí, pero ejerce de presidenta. "La presidencia es observadora, minuciosa, y atenta de todo lo que pase", explica el sargento. Sin embargo, esta actitud hizo sospechar, junto con las medidas de videovigilancia. Pero la pista definitiva fue un muro de cinco metros que protege la vivienda. La vivienda tenía, además, ventanas selladas, pero el aire funcionaba, y salía un olor a marihuana.
*La Justicia ha condenado a los implicados en la 'Operación Presidenta' a penas que van de diez meses a tres años y dos meses de prisión.
*El contenido al que hace referencia esta noticia corresponde a un programa de Equipo de Investigación de 2017, que laSexta ha vuelto a emitir este sábado.
Hemeroteca de Equipo de Investigación
Los mensajes de una mujer describiendo en 'tiempo real' el asesinato de sus vecinos: "Hay una niña gritando"
En la investigación del doble crimen de Almonte, lo único incuestionable será la conversación de una vecina de las víctimas, que escuchó cómo se cometía el asesinato de Miguel Ángel Domínguez y su hija de 8 años María.