En Santa Cruz de Tenerife, el alcalde retiró fondos de Bankia como medidas de presión y una familia ha conseguido que le concedan un alquiler flexible.

En Montoro, Córdoba, el alcalde ha aprobado una medida para no poner ningún policía a las órdenes de  los desahucios.

Zaragoza anunciaba que sus policías tampoco participarán en los desalojos.

En la Coruña, el Consistorio cerrará sus cuentas en los bancos que ejecuten desahucios.

Y por último, en el País Vasco, una cerrajería  se niega a participar en más desahucios. Rechazará cualquier oferta como esta de trabajo. “Los bancos no necesitan un rescate necesitan aprender a abrir las puertas con una radiografía”, comenta Wyoming.