Dani Mateo nos muestra las pruebas que demuestran que Kim Jong Il no murió de fatiga en un tren sino de aburrimiento. Está claro que el dictador irá al cielo, vivió en un auténtico infierno.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar, recoger datos estadísticos y mostrarle
publicidad relevante. Si continúa navegando, está aceptando su uso. Puede obtener más información o cambiar la
configuración en política
de cookies.