Uno  de los puntos incomprensibles del asunto del Madrid Arena es que en uno de los documentos que tenía el Ayuntamiento se especificaba que para el aforo previsto, de 7.000 personas entonces,  había contratados dos médicos y dos ATS. Pues bien, hoy leemos en el diario ‘20 minutos’ que esos dos médicos son padre e hijo.

El padre, el doctor Simón Viñals, era ex concejal del PP en la actualidad con 77 años. Su hijo, también médico, es funcionario. Concretamente, es Director de programa del Departamento de Salud Laboral de la Dirección General de Seguridad del Consistorio madrileño.

Es funcionario de grado 26, eso significa que es un puesto de confianza y por ley no debería compatibilizar su trabajo como funcionario con un trabajo para una empresa como SEGURIBER.

Según ‘20 minutos’, el doctor Viñals padre dice que su hijo fue a echar una mano de manera voluntaria, sin cobrar. Esto abre todavía más el melón de las preguntas porque esa empresa SEGURIBER, es la que el Ayuntamiento exigía contratar. ¿Sabía entonces el ayuntamiento que uno de esos dos médicos era funcionario y no podía acudir? ¿si acudió como voluntario, significa eso que para la fiesta de Halloween solamente habían contratado los servicios de 1 médico?

Sobre el dispositivo que estaba pensado para la noche de Halloween en el Madrid Arena, Ana Botella ha reconocido que había más agentes velando por la seguridad en la puerta del edificio donde se hace un programa de televisión que en el Madrid Arena.

En total eran 16 los agentes municipales que se encargaban de velar por la seguridad en los alrededores del Madrid Arena. Unas inmediaciones donde se hizo botellón y donde según el atestado policial, se saltaron masivamente los controles para poder acceder al concierto de Steve Aoki. Sin embargo, no hubo llamada a la unidad de intervención policial hasta las 4 de la mañana, hora en la que ya se había producido la avalancha.