El mismo día que la Audiencia Nacional comenzó el volcado de datos de los dos ordenadores portátiles de Luis Bárcenas que el PP custodiaba en su sede de Génova, el partido reconoció haber destruido el disco duro de uno de los equipos, mientras la memoria de otro había sido borrada. El Partido Popular aseguró que, siguiendo el protocolo común en estos casos, los discos duros fueron destruidos cuando Bárcenas se marchó.
Por su parte, la 'número dos' del PSOE, Elena Valenciano, considera que a esta actuación del PP se le conoce como "(indicio de) ocultación de prueba", pues "la investigación se inició en marzo y el disco duro se destruyó en abril". "Cuando un ordenador pasa de las manos de un empleado a otro, lo normal es formatear el disco duro, y no machacarlo. Lo sabemos todos", ha escrito.
Desde el PP, Carlos Floriano, vicesecretario general de organización justifica que "el PP ha hecho lo que hace siempre con su material informático".