La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, ha defendido la labor policial en los disturbios del 25S frente al Congreso de los Diputados. Según la delegada del Gobierno, "hubo una minoría de los manifestantes que acudieron con la intención clara de provocar altercados y enfrentarse a los agentes". La delegada señala que esos grupos portaban piedras, palos, punzones o adoquines como armas arrojadizas. No obstante, Cifuentes reconoce que la mayoría de los indignados tenía una "actitud pacífica", pero los antidisturbios tuvieron que actuar "ante la violencia de unos pocos".

Ante la queja de Amnistía Internacional por la dureza de las actuaciones policiales y la falta de identificación de los agentes, Cifuentes ha reconocido que existe un problema de identificación en la unidad de 'antidisturbios'. "Cuando ellos van a actuar se ponen un chaleco 'antitrauma' que no es de su propiedad, sino de uso colectivo. Y eso hace difícil que puedan llevarla visible".

Con respecto a las cargas policiales en el interior de Atocha, la delegada del Gobierno afirma que "fueron consecuencia de lo que estaba sucediendo fuera". "Entiendo a los ciudadanos que observaron desde fuera los hechos, pero un grupo violento estaba provocando altercados en Atocha. Por eso los agentes se vieron obligados a actuar", ha explicado Cifuentes.