La vendimia se ha adelantado en todas las zonas vinícolas españolas. El calor ha hecho que la uva haya madurado antes, es más pequeña y tiene más piel. Para conservar su sabor e intensidad la vendimia se hace de noche. Así se recoge la uva a 10 grados, se conserva mejor y se evita la oxidación y fermentación espontánea que tendrían durante el día a pleno sol. La vendimia empieza a las cuatro de la madrugada y se pueden llegar a recoger unos 25.000 kilos cada noche.