El sufrimiento de la abuela conmocionó a todos en el juicio y el del hermano del Ruth recordando como jugaba con su sobrina también. Son dos muestras del dolor que ha vivido la familia Ortiz desde la desaparición de los niños. Años de manifestaciones, de apoyo a la madre y que han dejado una familia, destrozada.

“Es normal que la vecindad y la familia de la madre vuelquen su malestar con los abuelos y los tíos de los niños fallecidos”, asegura Miriam González, psicóloga forense.

Las familias han sufrido mucho, también la de José Bretón. Nunca han sido acusados pero su casa ha aparecido pintada con insultos. Su hermana tuvo que pedir escolta policial y su hermano, zarandeado cuando fue a declarar, incluso solicitó una orden de alejamiento por sentirse acosado.

La imagen del padre de José Bretón arrancando los carteles de la búsqueda de sus nietos, caldeó aún más el ambiente. “La familia de los agresores se encuentra en una situación de incredulidad inicialmente porque su hijo ha asesinado a sus nietos. Nos encontramos ante una situación muy compleja”, afirma la psicóloga.

Los padres de Bretón esperaban en la puerta mientras la policía registraba Las Quemadillas. Ha habido manifestaciones y también frente a sus domicilios particulares. Les acusan de haber cambiado varias veces de versión. Este viernes será la definitiva. Serán a ellos quienes comparezcan y a quienes escuchemos frente al juez.