Según el Instituto Nacional de Estadística, un 76% de los 12 millones de empleados 'rasos' son mujeres. Además, de los más de tres millones de jefes que hay en España, sólo un tercio son mujeres. Los datos reflejan una desigualdad y evocan conceptos como el 'techo de cristal', propios de otros tiempos del mundo laboral.

Tan sólo un 0,4% de los puestos directivos de las empresas españolas pertenecen a mujeres, que suelen ocupar puestos de pequeña responsabilidad o mandos intermedios. Es especialmente el caso de las PYMES, donde es muy difícil encontrar mujeres si continuamos subiendo el escalafón jerárquico de la empresa.

En las grandes empresas, encontrar un puesto directivo ocupado por una mujer se ha convertido en una tarea prácticamente imposible.