El otoño e invierno más seco en la Comunidad Valenciana de los últimos 150 años ha provocado que los agricultores hayan gastado hasta un 30% más de agua para regar sus campos, lo que les ha generado un sobrecoste de 40 millones de euros.

Los cultivos de secano, como los almendros, son los que están pagando la factura más cara de este año hidrológico extremadamente seco. Además, algunos de los pozos de riego han comenzado a secarse. En los viñedos de Armando, en la localidad valenciana de Chiva, no llueve de forma significativa desde el pasado mes de agosto.

El déficit de precipitaciones ha dejado este año los pantanos, en algunos casos, al 18% de su capacidad. Además, la sequía ha disparado la alerta ante el riesgo de incendios forestales en los próximos meses.