El Servicio Madrileño de Salud -SERMAS-, de la Comunidad de Madrid, deberá indemnizar a un ciudadano por dos negligencias médicas que ocasionaron en 2009 la muerte de sus progenitores, una en el Hospital 12 de Octubre y otra en el Centro de Salud Los Ángeles.

José Luis G.A. será indemnizado ahora por el fallecimiento de sus padres, ambos por "pérdida de oportunidad terapéutica", según informa una nota remitida por los servicios jurídicos del Defensor del Paciente.

En el caso de la madre, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid ha condenado al SERMAS a indemnizar al hijo de la fallecida con 60.000 euros. En el caso del padre, han llegado a un acuerdo durante el procedimiento judicial de una indemnización de 30.000 euros.

La mujer, de 74 años, acudió en noviembre de 2007 a Urgencias del Hospital 12 de Octubre de Madrid después de padecer durante cinco días un dolor abdominal y vómitos, motivo por el cual fue ingresada con el diagnóstico de hernia umbilical y obstrucción intestinal para ser intervenida el 26 de noviembre.

El postoperatorio tuvo dificultades porque el paciente adquirió una infección hospitalaria que contribuyó a que falleciera el 2 de enero de 2008, alega el Defensor del Paciente.

Según la sentencia, la parte demandada no ha facilitado, como debía, "la realidad, frecuencia, ni intensidad de los controles realizados en las instalaciones hospitalarias para prevenir la infección nosocomial producida".

En el caso del padre, de 76 años, que padecía hipertensión y diabetes, con "alto riesgo cardiovascular", debiéndose someter a "controles y tratamientos periódicos", los cardiólogos indicaron la necesidad de que tomara el fármaco Adiro, entre otros.

Este medicamento era indicado "con objeto de que actuara como antiagregante plaquetario, evitar la formación de trombos y reducir el riesgo de obstrucción de las arterias, disminuyendo, de esta forma, su riesgo de sufrir infarto agudo de miocardio".

La sentencia dice que, sin embargo, el médico de Atención Primaria en el Centro de Salud Los Ángeles, "por una falta de diligencia", hizo caso omiso a las indicaciones "expresas, continuas y reiteradas" de los cardiólogos "y no recetó, nunca, el ADIRO dentro del tratamiento del paciente".

El hombre falleció el 25 de noviembre de 2008 tras sufrir un Infarto Agudo de Miocardio sin estar cubierto por dicho fármaco.