El robo ocurrió en una carretera de Madrid. Un coche de color negro y con una luz lanzadestellos, similar a la de los vehículos camuflados de la Policía, dio el alto a un camión que circulaba con una carga de 41 bidones de polvo platino.

De él se bajaron tres hombres, encapuchados y vestidos con chalecos de la Guardia Civil, que metieron al conductor en el maletero. Uno de ellos huyó con el camión y los otro dos  circularon durante cuatro horas por la Comunidad de Madrid para al final abandonar al conductor en un descampado. El hombre atado con bridas corrió hasta una gasolinera cercana para pedir auxilio.

El cargamento de polvo de platino, material que se utiliza para construir catalizadores de los coches, está valorado en dos millones de euros. La Policía busca a los autores del robo que se hicieron pasar por agentes de la Guardia Civil.

La Policía no descarta la hipótesis de que el camionero que fue secuestrado esté compinchado con la banda de ladrones.