Toda la comida robada estaba empaquetada, embalada y lista para repartir. Según Ángel Bernal, secretario de la asociación Banco de alimentos de Cáceres, "han sido 1.825 litros de aceite, y además se han llevado medio palé de azúcar y otro medio de leche".

Ángel es voluntario de la asociación, lamenta que hayan robado, dice, a los más pobres. Tres toneladas en total de los productos más básicos, para los más necesitados, que se han esfumado. Los voluntarios del banco de alimentos lo dejaron preparado el viernes, pero el lunes nada más abrir se encontraron una desagradable sorpresa: "La puerta estaba totalmente abierta cuando vinimos el lunes, por ahí habían sacado todo".

La puerta no había sido forzada, por eso la policía baraja una hipótesis: "Puede haber gente de adentro que haya facilitado el acceso, ya sea porque hayan estado trabajando allí colaborando con el banco de alimentos, o bien porque hayan estado antes y se hayan hecho con alguna llave".

El camión que utilizaron los ladrones para llevarse la comida entró por esta valla, que han intentado arreglar como han podido. La salida de esta comida puede ser el mercado negro, según los agentes. Ahora todo vuelve a estar colocado. Los 19.000 kilos restantes se repartirán en las próximas semanas a entidades benéficas. Pero el daño, a las familias más necesitadas de la provincia, ya está hecho.