Un ciudadano encontró sobre las siete de la tarde de ayer de forma casual los restos óseos cuando paseaba por un solar de la zona de El Doctoral de Santa Lucía de Tirajana, cerca de Vecindario, el lugar donde vivía Yéremi.

La Guardia Civil se movilizó de inmediato para investigar los huesos encontrados -parte de un cráneo-, cuyo tamaño hizo pensar que podrían corresponder a un niño de una edad similar a la de Yéremi, que tenía siete años cuando fue visto por última vez.

Tanto las fuentes de la investigación consultadas como el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, han reconocido que se iba a comprobar si los restos eran del niño, pero han hecho un llamamiento a la prudencia para evitar generar expectativas que posteriormente pudieran verse defraudadas.

Los familiares del niño han intentado mantener "cautela y esperar a los análisis de ADN", pero no han podido evitar ponerse "nerviosos", ha dicho Jonathan Guisado, esposo de la madre del pequeño, Ithaysa Suárez.

"Estamos ahora mismo como estaría cualquier familia, nerviosos, simplemente", ha declarado Guisado. La Guardia Civil se ha puesto en contacto con los parientes del menor desaparecido para informarles de lo ocurrido, aunque advirtiéndoles de que aún es pronto para afirmar si los restos hallados podrían ser o no de aquel, ha explicado el marido de Ithaysa Suárez.