Pónganse en esta tesitura: niños hablando de las tareas del hogar. ¿Cuidar del bebé? De eso se ocupa mamá. ¿Las reparaciones del hogar? Eso es cosa de papá. La inocencia de los niños es el mejor termómetro para percibir que la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres es un problema de base, instalado en la educación de los más pequeños.