La ciudad de Santiago de Compostela continúa de luto, y fiel reflejo es el que se vive en la Plaza de Obradoiro, donde los turistas y vecinos han depositado velas y flores en las vallas de la catedral en memoria a los fallecidos en el accidente.

Desde la noche del accidente, los ánimos y el pésame de los gallegos se refleja en pequeñas luces y mensajes, recordando de esta manera a aquellas personas que fueron víctimas del accidente ferroviario más grave en la historia de España.

Muchas personas reconocen que estuvieron a punto de viajar en el tren del accidente, aunque por suerte decidieron en el último momento viajar el día siguiente, donde tuvieron que llegar hasta Santiago de Compostela en un autobús habilitado por Renfe.

Otros expresan el dolor y el ánimo a los familiares depositando en las vallas de la catedral un lazo negro de luto, ya que "es lo menos que se puede hacer".

Todo son muestras de apoyo y cariño hacia los fallecidos en este accidente de tren y a los familiares que tan malos momentos están pasando después de esta experiencia tan traiste.