La Policía Civil de Brasil está buscando a una mujer, sospechosa de haber apuñalado y matado a una adolescente de 15 años y embarazada de ocho meses para después dejar tirado a su feto en un cubo de basura.
La mujer, tras haber asesinado a la joven, le abrió el abdomen con el mismo cuchillo y le extrajo el feto. Fue el propio marido de la sospechosa el que encontró el cuerpo de la joven dentro de un cubo de plástico en el patio de su vivienda. El feto estaba en el baño de la misma residencia, próximo a un cubo de basura, con aún partes del útero.
Los cuerpos han sido trasladados al Instituto Médico Legal de Barretos, de Sao Paulo. Aún no se ha determinado el motivo del crimen, que ha quedado registrado como "homicidio" y "aborto provocado por un tercero sin consentimiento de la gestante".
La sospechosa es una mujer de 25 años que fabrica productos de bebé, y se encontraba en la vivienda de la víctima el día del suceso, a la que había invitado a ir a su casa. El marido de la sospechosa asegura que vio a ambas llegando a la residencia, pero que él salió entonces para irse a un bar.
A la vuelta, horas después, vio cómo su mujer limpiaba el patio, pero no desconfió de nada. Según su testimonio, entró a coger su cartera y volvió a salir "sin desconfiar". Más tarde, cuando ya regresó al hogar, se la encontró en la calle visiblemente nerviosa.
La mujer le explicó que las dos habían tenido una discusión, y que la joven la había agredido, a lo que ésta habría respondido dándole una cuchillada en el abdomen. Tras la conversación con el marido, la mujer huyó y él llamó a la Policía Militar tras encontrar los cuerpos.
Violencia machista
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¿Qué falló? El presunto asesino, ahora detenido, tenía una orden de alejamiento y una pulsera telemática, que sin embargo no se activó cuando vulneró la prohibición de acercarse a la víctima. Ahora se investiga por qué.