Amber Rose Cliff, una ciudadana británica, había pedido a su médico en reiteradas ocasiones someterse a la prueba de Papanicolau, unas pruebas que detectan la existencia de un cáncer de cuello de útero, ya que tenía algunos síntomas preocupantes. El doctor se negó a someterla a tal examen porque era demasiado joven.
La ley británica no permite que las mujeres menores de 21 años se sometan a la prueba de Papanicola, que se realiza a partir de esa edad y cada tres años. Por desgracia, Cliff llegó tarde a esa edad, en la que le detectaron un cáncer de cuello uterino que se había extendido por gran parte de su cuerpo. La mujer ha fallecido a los 25.