Un varón de 77 años ha fallecido tras ser arrollado por uno de los mansos que formaban parte del encierro urbano que se celebraba en la localidad vallisoletana de Traspinedo, según ha confirmado el alcalde del municipio, Jesús Bazán.
El hombre, natural de la localidad vecina de Santibáñez de Valcorba, se vio sorprendido cuando se dirigía a pie, por el interior del recorrido, hacia la plaza de toros, donde había quedado con un amigo, según ha explicado el regidor socialista.
El buey que encabezaba la manada intentó saltar o esquivar al hombre, pero le golpeó y derribó, momento en que quedó inconsciente en el suelo. "Había mucha gente y probablemente se despistó y no se dio cuenta de que los toros estaban en el recorrido", ha apuntado Bazán.
Los servicios médicos le prestaron las primeras atenciones de urgencia en el consultorio de la localidad antes de que fuera trasladado al Hospital Clínico de Valladolid, donde finalmente perdió la vida.
La Corporación municipal, que mantuvo una reunión, decidió suspender los dos festejos que estaban programados, el 'Toro de la Atalaya' y otro encierro urbano.
Los eventos taurinos se reanudarán con la celebración de un concurso de cortes de novillos, que estará precedido por un minuto de silencio en memoria del fallecido, que como ha recordado el alcalde, era "muy conocido" en Traspinedo, ya que acudía en bicicleta a la localidad "prácticamente todos los días", pues su pueblo, Santibáñez, está a unos tres kilómetros.
De hecho, el propio alcalde y varios miembros de la Corporación se desplazaron hasta la localidad vecina para comunicar la triste noticia a la familia del fallecido, que era soltero y aficionado taurino, por lo que resultaba habitual verle en las talanqueras de los encierros o en los festejos que se celebran en la plaza.
El alcalde ha reflexionado sobre el riesgo que supone que personas de avanzada edad estén presentes en los recorridos de los encierros, aunque ha recordado que la normativa no impide para nada que una persona mayor pueda participar. En este sentido, ha planteado que hay chicos de "16 ó 17 años" que tienen "mucha más agilidad" y a los que la Ley sí que prohíbe su presencia.