El médico de urgencias acusado de presuntos tocamientos a sus pacientes niega que utilice su profesión con fines sexuales. "No, no entra dentro de mi catalógo, aunque lo piense", declaraba el acusado.

A una joven venezolana que jugaba al fútbol y acudió a urgencias por un dolor en la cadera le habría dicho que "donde iba con tanto músculo" dándole dos golpes. Josep Costa ha llegado a revelar detalles clínicos e incluso a valorar de una paciente para defenderse. "Me pareció verle una berruga muy típico de la promiscuidad sexual", declaró.

Una de ellas aseguró que acudió por una hernia y el acusado acabó masajeándole el clítoris. "Me metió los dedos por la vagina con movimientos circulares", dice la víctima. Pero para esta acusación también tenía respuesta, y dice que en urgencias se oye todo, "como me voy a poner a hacer eso con su suegra al lado...", ha afirmado.

Algunas aseguran que llegó a llamarlas o mandarles mensajes. Pero de eso, dice, no se acuerda. Afirma que las denuncias forman parte de un bulo y ahora se enfrenta a más de 18 años de cárcel.