Pese al alto número de alumnos, dos colegios públicos de Orihuela sólo tienen a disposición dos autobuses escolares, a los que sólo tienen derecho 40 alumnos, y a los demás les toca caminar hasta una hora y media por carretera.

Muchos no tienen vehículo, así que se las apañan como pueden, porque tampoco llega el transporte urbano. Tienen que cruzar una pasarela que conduce directamente a la carretera sin pasos de cebra, ni semáforos.

Algunos padres han perdido su empleo y muchos temen perderlo, porque tras andar una hora, algunos llegan tarde al cole y otros al trabajo. "O paro de trabajar para traer al niño, o se queda sin colegio para que yo trabaje", se resigna uno de los padres.

Los niños de 3 a 5 años no tienen derecho a autobús al no ser educación obligatoria, aunque sus hermanos mayores sí, siempre que vivan a más de 3 km, lo que genera unas caminatas diarias de varios kilómetros que se convierten en una peligrosa carrera de obstáculos.

La Consellería de Educación dice cumplir la norma a rajatabla, tanto que se dan casos como el del colegio público los Dolses, en el que los padres deben acompañar a uno de los niños, mientras el otro va en el autobús.

Un mes de colegio que ha supuesto un mes de reivindicaciones, y ya son 12 los años llevan reclamando el fin de los barracones.