Sólo tenía diez años cuando sufrió abusos sexuales por parte de su tío. Ahora, la hija de Lorena tiene 14, pero no olvida. "Es una niña con muchos miedos, terror e inseguridades", confiesa Lorena Alzuria, madre de la menor agredida.
Los hechos ocurrieron durante el verano de 2011. La niña pasaba unos días en casa de sus tíos, por la noche se producían las agresiones. "Duerme conmigo; por la noche siempre tiene miedo", asegura la madre.
El agresor lo admitió y fue condenado por delito de abusos sexuales continuados a su sobrina. Hubo pacto y no se celebró juicio.
En el trato, el Tribunal fijó una pena de cinco años, una orden de alejamiento de 500 metros de la menor durante diez años e indeminzar a la niña con 10.000 euros. En aquella ocasión, Lorena pensó que la sentencia era firme, pero el agresor está libre.
"Confié en la fiscal que representaba a mi hija. Nos aseguró que la sentencia era firme y ahora nos encontramos con esto", declara Lorena. A finales del mes de julio les informaron de que "había pedido la suspensión de la sentencia y que, como hay acuerdo, no irá a la cárcel".
El agresor está en libertad porque ha presentado una carta de Alcohólicos Anónimos para poder acogerse al atenuante de alcoholismo y poder rebajar la sentencia o, al menos, dilatarla.
El Tribunal en sentencia ya reseñaba esos atenuantes y el Código Penal fija un límite de 5 años de prisión para poder presentar eximente. Un día más de sentencia y estaría en prisión
Por esta razón, Lorena ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma 'Change.org' para pedir a la Audiencia de Tarragona que no suspenda la ejecución de la sentencia y el agresor vuelva a la carcel. Ya ha recogido más de 1000 firmas que presentará en septiembre al juez junto a un recurso para que el violador cumpla sentencia.
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