Esta incidencia provoca la limitación de la capacidad en estas líneas, ya que los convoyes deben circular más despacio porque no pueden utilizar los sistemas automáticos de comunicación, lo que ha obligado a reestructurar el servicio mientras se procede a la reposición de los elementos afectados por esta incidencia, que puede durar varios días.

Adif y Renfe han establecido un plan especial de transporte para reducir las afectaciones a los 60.000 viajeros que de media utilizan cada día las líneas R2, R8 y R11 y facilitar su movilidad. Para informar y orientar a los clientes, Renfe y Adif han reforzado el servicio de atención al cliente con 50 personas en las estaciones afectadas, donde además, desde primera hora se pueden consultar los horarios orientativos de los servicios establecidos.