El hombre, de 52 años de edad, nacionalidad española y origen marroquí, compareció ante el juez de las libertades y de la detención del Tribunal de Apelación de Besançon, que decidió su encarcelamiento en esa misma ciudad. El presunto asesino, cuya nombre no se ha revelado, se presentará el próximo miércoles ante la sala de instrucción, que autorizará su entrega a las autoridades españolas.
El traslado se efectuará una decena de días después, "a partir del 17 de octubre", añadieron las fuentes, que destacaron que este caso es un ejemplo de la buena cooperación de las autoridades judiciales francesas con sus homólogas españolas.
La Guardia Civil española logró detenerle el jueves, tras una investigación que ha durado más de 18 años, gracias a una prueba de ADN y a un laborioso proceso en el que ha sido determinante la identificaciónde su hermano. Durante la "Operación Pandilla", abierta por el Grupo de Homicidios tras el hallazgo del cadáver el 10 de abril de 1997 en una cuneta de una carretera en Algete, en Madrid, se abrieron más de cien líneas de investigación.
Entre ellas, el 8 de octubre de 2013 se solicitó un estudio de la muestra genética hallada, con lo que se estrechó el cerco sobre los varones norteafricanos que en la época del suceso estaban empadronados en esa localidad madrileña.
En una de las entrevistas con esas personas, a principios del pasado septiembre, se obtuvo un perfil de ADN que dio positivo aunque no coincidió al 100 % con el hallado en el cuerpo, pero que hizo que las pesquisas se centraran en ese hombre, hermano del presunto asesino, y en su círculo familiar.
Los investigadores se centraron en el varón detenido el jueves y que abandonó España en 1999, dos años después del crimen. Según indicaron a Efe las fuentes judiciales galas, el hombre había rehecho su vida en Francia, donde no estaba fichado.
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