Se ha estrenado como codefensora con las dos forenses que participaron en el levantamiento del cadáver de asunta el 21 de septiembre y con 2 testigos que afirman vieron esa misma tarde a Alfonso Basterra con su hija en la calle.
Porto podrá -en colaboración con su abogado, gutiérrez Aranguren- interrogar a testigos e incluso a su propio exmarido, acusado junto a ella de matar a su hija Asunta.
Seguirá en prisión por "indicios claros" y "riesgo de fuga"
Además la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, ha notificado un auto por el que se desestima el recurso de apelación interpuesto por Rosario Porto contra la decisión del juez instructor de mantener a la imputada en prisión preventiva.
La Audiencia, informa el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, ha acordado mantener la medida de prisión de esta abogada por considerar que existen "indicios claros" y entender que "el riesgo de fuga es importante en atención a la gravedad de la pena que pudiera llegar a imponérsele".
Aunque la posibilidad de distorsionar o entorpecer la instrucción, "manipulando testigos u otros medios de prueba", cada vez ha de considerarse "más remota", tal y como consta en esta providencia, "tampoco puede ser negada dado el corto período de tiempo transcurrido".
En el auto se indica además que el informe de la autopsia permite "seguir afirmando que necesariamente la madre de la menor o bien participó en el proceso o bien tenía que haberse percatado de su estado", porque según su propia declaración comió con ella y la dejó sobre las 19:00h del 21 de septiembre de 2013, día en el que la cría murió, en Santiago. Y se ha constatado que el Lorazepam (ansiolítico) "ya había hecho efecto" en la víctima.
Los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, están encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro desde el 27 de septiembre acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato.
Los investigadores creen que no hay más culpables que la abogada y el periodista y piensan que ambos habían estado haciendo acopio de pastillas, presuntamente para drogar a esta niña de altas capacidades que iba un curso adelantada.
El cadáver se encontró en la madrugada del 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal del municipio de Teo (A Coruña), donde un altar improvisado de flores y peluches, con un cartel en el que se puede leer "Se pide justicia", recuerda a esta cría de 12 años.