Thomas Hulme, de 23 años, murió a causa de un fuerte golpe en la cabeza, después de que un compañero de trabajo le lanzara un zapato, según 'Daily Mail'.

Los jóvenes volvían de una cena de antiguos compañeros de trabajo en Londres, cuando Alexander Thomson, de 32 años, quiso gastar una broma a su amigo, que se disponía a bajar del taxi, y le tiró un zapato a la cabeza.

La fuerza del 'zapatazo' fue tal, que al día siguiente Hulme falleció por el golpe en la cabeza.

Thomson aseguró que fue un homicidio involuntario y declaró ante el juez José Wendy, que le concedió la libertad condicional hasta que se celebre el juicio el próximo 26 de septiembre.