Según ha informado la Dirección General de la Policía, la operación se puso en marcha el pasado mes de abril y se ha llevado a cabo en colaboración con la DEA estadounidense. Los seis arrestados, un cabecilla español y el resto de origen colombiano, están acusados de formar parte de una organización criminal dedicada al transporte de grandes cantidades de cocaína desde Colombia hasta Europa.

Habían ideado un laborioso método para ocultar la droga: vaciar el casco del bote auxiliar, de pequeño tamaño, de una embarcación grande para rellenarlo con paquetes de droga y luego reconstruirlo con fibra para evitar sospechas. Los paquetes estaban fijados al casco con espuma de poliuretano para evitar su movimiento y mantener el sistema de flotación de la lancha.

Cuando esta pequeña embarcación estaba preparada, la anclaban a la embarcación de mayor envergadura, que partía desde Colombia hacia un puerto del sur de España, donde la droga se descargaba y de distribuía. La operación se puso en marcha el pasado mes de abril, al sospecharse de la actividad de esta banda y comprobar los agentes que el grupo estaba liderado por un español residente en Colombia que recientemente se había trasladado a vivir a España, presuntamente para coordinar un envío de droga.

El resto de los miembros del grupo, de nacionalidad colombiana, le prestaban supuestamente apoyo logístico en tierra para la recepción y extracción del estupefaciente. Una vez identificados los miembros del grupo, los investigadores se centraron en saber cuándo recibirían un envío, y detectaron una mayor actividad en una finca de la localidad onubense de Cartaya en el que estaban construyendo un garaje, supuestamente para almacenar la droga.