Agentes del Instituto Armado y efectivos del Cuerpo de Bomberos se han trasladado hasta una finca de la familia ubicada en un olivar en la carretera que une Pilas con Villamanrique de la Condesa a fin de realizar un registro en la misma y en un pozo allí ubicado.

La finca, que está acordonada y precintada, ya fue objeto de una primera "inspección ocular", tras la que se procederá a su registro, que estará dirigido por el juez de Primera Instancia e Instrucción de Sanlúcar la Mayor que dirige la investigación en torno a este caso, y que ya envió a prisión imputada por un delito de asesinato con alevosía a Sara L.H., la mujer en cuya casa han sido hallados los dos bebés congelados.

Además de en dos fincas de la familia ubicadas en las afueras de la localidad, la Guardia Civil tiene previsto realizar un registro en la vivienda de la madre de esta mujer, que también ha sido ya precintada.

Todos estos registros se producen después de que el marido de la imputada hallara en un arcón congelador de la casa que ambos compartían un segundo bebé fallecido, aunque la mujer, embarazada de casi ocho meses, ha declarado ante el juez que no recuerda "nada" de un segundo embarazo.

Respecto al primero de los bebés hallados en un congelador de la vivienda, donde la mujer convivía con su marido y dos hijos menores de edad, la imputada dijo que este recién nacido "nació muerto" y defendió que lo metió en el congelador donde posteriormente fue hallado por su marido "porque no quería desprenderse de él" y en todo caso "no por miedo a la Policía".

Según el avance de la autopsia realizada al menor, éste nació con vida 18 meses antes de que el marido de la mujer imputada lo encontrara en el congelador mientras estaba limpiando la casa.