No se rinden. “Ayer lo conseguimos, hoy lo conseguimos y mañana lo conseguiremos”, dice una de las madres que ha llevado a su hijo a la escuela. Los padres se rebelan: han vuelto a traer a los nueve pequeños al colegio, aunque en un primer momento la Policía les impedía entrar junto a sus hijos.
Piden que se vuelva a abrir el aula para los menores de tres años y que puedan ir a clase junto a sus hermanos. Los padres han estado negociando durante toda la mañana con un mediador de la Policía para evitar que los niños fuesen obligados a salir.
Finalmente han estado dentro acompañados de familiares que han hecho turnos para no dejarlos solos. La oposición denuncia que se trata de un cierre injustificado.
“Se trata de una supresión caprichosa para castigar al AMPA, al profesora implicado y comprometido con la escuela pública”, señala Marga Sanz, coordinadora de Esquerra Unida.
Por su parte, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, se ha acercado hasta el municipio para señalar que "no vamos a permitir el que, durante ocho años, se vengan manifestando para que tengan un colegio de calidad".
La Consejería de Educación asegura que ha aumentado una unidad en otro centro de la localidad para los niños. Mientras, el Ciutat de Cremona continúa formado íntegramente por barracones. Por ello, los padres seguirán luchando por este centro; el que quieren para sus hijos.
"Le habían lavado el cerebro"
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El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.